Querido virus,
Supongo que estarás notando el
distanciamento cada vez mayor que se está produciendo entre nosotros
dos desde hace ya unos meses. Aunque desde que nos conocimos
vivimos juntos y estamos juntos las 24 horas del día, 7 días a la
semana, 365 días al año, nuestra relación se está enfriando
a pasos agigantados. No podemos seguir haciendo como que no está
pasando nada. Algo está cambiando y sé que tú también lo estás
notando.
Tú fuiste mi continua obsesión desde
que nos presentaron, aquel 10 de Enero de 2012, fuiste prácticamente
mi único pensamiento durante meses, tal era mi obsesión por tí,
tal era la pasión de nuestra relación. Desde que me levantaba hasta
que me acostaba, pensando continuamente en tí, ahí estabas, siempre
a mi lado, desde el primer momento supe que jamás me abandonarías,
que estarías ahí para toda mi vida, y que el día que muriese, tú
también morirías inevitablemente junto a mí, porque sé que sin mí
no podrías vivir. Al igual que el mar necesita al agua para
existir, al igual que el desierto necesita a la arena, al igual que
la jungla necesita la vegetación, tú me necesitas a mí.
Sinceramente, pensaba que lo nuestro
duraría para toda la vida, que mi corazón y mi mente estarían para
siempre contigo. Pero algo ha cambiado.
Quizá te duela lo que te voy a decir:
ya casi nunca pienso en tí.
Quería dedicarte un libro, quería
escalar montañas, quería llegar al cielo, quería hacer todo esto y
mucho más, sólo por tí. Empecé a escribir este blog, estudié
para conocerte más a fondo toda tu complejidad, sé que eres un
misterio para la humanidad y que por ello resultas fascinante a tanta
gente, sé que eres algo muy especial...
Pero me he dado cuenta que no te
mereces todo esto. Porque sencillamente para mí ya no eres nada. He
estado tirando el tiempo prestándote tanta atención, tu presencia
ha estado eclipsando tantísimas otras cosas de mi vida, siempre te
ponías en medio, me querías sólo para tí, y no me has causado más
que problemas. Lo que quiero es continuar con mi vida y recuperar mi libertad, porque
desde luego tú ya no eres lo más importante en ella y no voy a
seguir sacrificando mi vida por tí. Ya he malgastado bastante el
tiempo, y no voy a seguir malgastando ni un minuto más pensando
en tí, aunque tengamos que vivir juntos sin remedio. Y no es que te tenga odio, o que te quiera ignorar a la
fuerza. Te ignoro porque ya me aburres. Soberanamente. Y desde luego
tengo miles de cosas en las que pensar y ocupar el tiempo antes que
en tí.
Por favor, no intentes molestarme más,
lo nuestro no tiene vuelta atrás. La llama se ha apagado para
siempre.
Adiós VIH, adiós.
Tu hospedador.