Tras mi último reparto, yendo de camino de
vuelta a la base a dejar el camión y volver a casa, recibo una llamada al
móvil. Mi madre esta grave en el hospital. Al llegar a casa reservaría un
billete inmediatamente y a poder ser mañana mismo volaría para España.
Solo llevaba unos 2 meses trabajado en
Birmigham, pero parece que había sido mucho más. Había muchos días que me
sentía flojo, como falto de energía. Ya nunca salia a correr, nunca hacia
deporte. Quizá era la edad, o que simplemente me estaba haciendo vago. También
comía bastante menos que antes, lo achacaba a hacer poco ejercicio, y había adelgazado. Una noche
que cené con un amigo realmente me di cuenta, apenas me comí media pizza para
cenar cuando yo antes dejaba boquiabierta a la gente con mi voracidad. Si, lo de la disminución del apetito debía de ser la edad, acababa de cumplir los 28 y ya no era digamos un
adolescente.
O quizá sea otra cosa. A ver si he pillado
algo. Mi ultimo viaje por el sudeste asiático, en el que visité Malasia,
Singapur, Filipinas y Tailandia, fue a ratos una auténtica locura. Sobre todo
tras acabar cansado de las mentiras de un ligue con el que pase la Navidad y
el Año Nuevo en Filipinas, cuando acabé con ella y me fui a Tailandia, donde
pasaría el último mes de mi viaje casi íntegramente en Bangkok, salvo un
pequeño viaje a Pattaya, la Sodoma y Gomorra tailandesa. Estaba cansado de
tanto drama, tanto “do you love me?”, tantas películas en la cabeza que se
montaban algunas chicas. No, no me voy a casar contigo, no, no te voy a llevar
conmigo a Europa... yo simplemente estoy de viaje mochilero, y lo que quiero es
disfrutar, pasarlo bien, y lógicamente echar un polvo de vez en cuando. Si me
enamoro, pues bien, pero no creo que sea el caso.
Receta de la felicidad: Una isla tropical, un ligue local, una motillo para recorrer la isla, una playa desierta y un poco de dinero para comer y no dormir al raso. ¿Pa qué más? |
Tras unos cuantos mares de lágrimas,
sentirme culpable por destrozar el corazón de alguna que otra, unas cuantas
toneladas de mentiras, por mi parte y por la contraria, empecé a llegar a la
conclusión de que lo más práctico, fácil y barato era meterse a un “bar”, beberse
unas cervezas, disfrutar del ambiente y dejar que las “bar-girls” hicieran su
trabajo.
El condón, frecuentemente, brillaría por su
ausencia... tanto con las “bar-girls” como con las “civiles”...
No tengo ni idea de cómo acabé de jurado en una gala de misses. Angeles City, Filipinas. |
El caso es que las veces que había ido
hasta entonces al médico se podían contar con los dedos de la mano, y no tenía
ni idea como funcionaba el sistema sanitario británico, dónde había un hospital
cercano, dónde podía ir a hacerme las pruebas, que tenía que llevar, etc etc
Fue pasando el tiempo, ya lo haría otro día, otro día, otro día...
Cuando llegué a España mi madre ya llevaba
4 días hospitalizada. Se le reventó una variz en el esófago, se quedó inconsciente, y tuvo suerte de no haberse quedado en el sitio. Tardaría unos
días mas en salir. Yo normalmente me quedaba a dormir en la incómoda butaca,
luego me cambié a una barata pensión cercana, ya que el hospital donde estaba
mi madre ingresada esta lejos de mi pueblo.
Ya que iba a pasar varios días allí, pensé
que seria bueno que me hiciera las pruebas. Hay un centro de donación de
sangre, mi padre me dijo de ir a donar pero aquel día no estaba muy por la
labor. Me encontraba cansado, debía de ser de no dormir bien, pensé, y además
en ese momento no lo relacione con que si salia algo raro me avisarían (creo).
Pero me informé de dónde me podía hacer las
pruebas. Me dio vergüenza estar ahí esperando en un área que no me acuerdo como
se llama que tienen para atender a la gente con sida. Había un joven de raza
negra sentado esperando cuando fuí, enseguida pensé, pobrecito, seguro que
tiene sida, no le debe de quedar mucho de vida.
En un momento que salio la doctora hice
acopio de valor y fui a preguntarle, que donde me puedo hacer la prueba del
sida. Me hizo pasar a su despacho, me pregunto que por qué quería hacérmela,
obviamente le conteste que porque había tenido prácticas de riesgo, aunque
todavía no entiendo el por qué de la pregunta... Le dije de donde venía, y me
dijo que no me correspondía hacérmelas ahí, ella me daría cita para que me
sacaran sangre pero que luego el médico lo mas seguro es que no me atendería.
Creo que me dijo que tenia que ir a mi médico de cabecera en mi pueblo para hacerme
la prueba, que por cierto en esa época no tenia ni idea de quién era. En mi
pueblo ya veremos si me las haría, si me daba palo preguntar ahí donde nadie me
conocía, en el pueblo donde todo el mundo se conoce y se sabe todo de todos
pues mucho más.
Mi madre salio del hospital antes de lo
previsto, antes de la fecha que tenia cita para la extracción de sangre, así
que lo deje correr. De todas formas, lo mas probable es que no me hubiera
servido de nada, quizá ni llegarían a sacarme sangre y el médico no me daría
cita ninguna. No me correspondía a mi hacerme las pruebas en ese lugar, me
dijeron.
Mi madre estaba mejor de lo que esperaba,
en principio había cancelado un viaje de 2 semanas para dentro de unos días,
había pillado un chollo por internet, un vuelo de ida y vuelta a Gambia por
menos de 200 libras, pero al final lo que hice fue cambiar la fecha de ida e
irme apenas una semana. No era mucho, pero mejor que nada.
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