Saturday 18 January 2014

5. El peor día de mi vida (I). Mi Pueblo, Enero de 2012.

Eran las primeras Navidades que pasaba en casa desde hace mucho tiempo, sin embargo ya estaba ansioso por salir a buscarme la vida por Europa otra vez. Había trabajado ya en varios países europeos y no me importaba excesivamente el destino, simplemente quería un trabajo que me permitiera ahorrar dinero con facilidad, aunque fuera trabajo duro. Encontré por internet una oferta interesante, una empresa escocesa de transportes internacionales necesitaba conductores para hacer la ruta Escocia-España. Perfecto, pensé yo, así que enseguida llamé para informarme. Me costó mucho entenderles debido a su acento pero me dijeron que llamara después de las fiestas, lo que me pareció bien ya que las Navidades sí que las quería pasar por una vez con mi familia.
Ya que había fracasado estrepitosamente en mi objetivo de NO tener sexo en África, y aún más en el de usar preservativo, decidí que de verdad ya era hora de hacerme el test del VIH. Lo de África me pareció ya la última frontera que no debía de transpasar, ya era demasiado, esta vez sí que sí que me tenía que hacer las pruebas. Pensé que nunca sería tan irresponsable de hacer algo así en una zona de tan alta incidencia de sida, pero no tenía ni idea de cuán lejos estaba todavía de conocerme realmente. Así que al día siguiente me armé de valor y me fui al ambulatorio local a preguntar cómo se podía hacer.
No recuerdo muy bien el proceso pero si que recuerdo que fue bastante lento y engorroso. Primero había que hablar con el médico para decirle que querías hacerte la prueba, de nuevo preguntaría el por qué, luego había que pedir cita para la extracción de sangre, esta sangre la mandarían a un hospital de la provincia y tendrían los resultados en 2 semanas.
Llegó el año nuevo y volví a llamar a la empresa escocesa. Esta vez me dijeron que primero tendría que desplazarme a Escocia y luego ya hablaríamos. Todavía estaba a la espera de los resultados del análisis pero decidí irme en 4 o 5 días, no más tarde, con los resultados o sin ellos.
Llegó el día de preguntar por el análisis, bajé al ambulatorio y pregunté en recepción. Me dijeron que sí, que ya estaban, pero que tenía que pedir cita con el médico, que era el único autorizado en desvelarme los resultados. Yo les dije que me iba a ir a Escocia ya mismo, a principios de la semana próxima. La cita con el médico sería como muy pronto en una semana, así que estuve apunto de espetarles que yo lo único que quería saber era que si tenía el sida o no, pero al haber tanta gente alrededor me corté un poco y les dije que vale, que me citaran para dentro de una semana, que quizá me iba a ir a Escocia antes por trabajo pero que ya veríamos, aunque yo ya tenía claro que me iba a ir y que no iba a esperar a los resultados, ya que los trabajos así vuelan y no puede uno quedarse dormido en las nubes dejando el tiempo correr. La oferta ya llevaba colgada en internet más de dos semanas.
Me dio mucha rabia que no me lo dijeran ahí mismo, porque la muchacha de la recepción tenía la hoja de los análisis en su mano y ví claramente que la ojeaba, al igual que otra compañera que se asomó por detrás y me miró con una cara un poco rara. Yo pensé que no debía de tener nada, ya que si no me lo hubieran dicho, no pensaba que podrían ser tan irresponsables de dejarme ir para Escocia con algo raro en los análisis.

Llegó el viernes y empecé a buscar vuelos a Glasgow para principios de la semana venidera, había buenos precios, pero precisamente ese día no me encontraba muy bien y decidí esperarme un día más. Al día siguiente me encontraba peor, como mareado, flojo y sin fuerzas, pensándolo bien ya eran unos cuantos días que no me encontraba al 100%. Mi padre me había dicho que había vuelto muy flaco de África, mi madre no me dijo nada ya que estaba acostumbrada a verme volver con muchos kilos de menos cada vez que cogía la mochila y me iba de viaje, pero esta vez había sido sólo una semana y no los varios meses que solían durar mis viajes mochileros.
Así que decidí esperarme unos días más a ver si se me pasaba, no fuera a ser que empezara a trabajar y me pusiera enfermo de verdad a medio camino de Escocia a España, cosa que ya me había pasado en Francia cuando estuve trabajando para una empresa irlandesa y me dio un fuerte ataque de anginas. No fueron nada agradables los 4 días de viaje de vuelta y llegué tan hecho mierda que poco después me tuvieron que hospitalizar debido a la enome infección que tenía.
Sí, definitivamente no quería que esto me volviera a ocurrir así que decidí quedarme unos días mas en casa, por si acaso.

Llegó el día de la cita con el médico, mi madre aprovechó para venir conmigo ya que también tenía que decirle unas cosas del problema por el que estuvo hospitalizada, y yo también de paso le diría que me estaba encontrando mal ya varios días.

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